Convertir el 30% de los océanos en santuarios salvaría toda la vida marina

Solo un 3% de la superficie de nuestros océanos está protegida. Las llamadas aguas internacionales constituyen casi la mitad del planeta. Son el hogar de 7 de cada 10 de especies animales y vegetales, incluidas las terrestres. Pero, además, son un purificador de aire, al capturar dióxido de carbono de la superficie para almacenarlo en sus profundidades. Sin océanos, tendríamos un 50% más de CO2 en la atmósfera y el calentamiento de la Tierra sería tal que sería inhabitable. Un estudio internacional presentado por Greenpeace señala la necesidad de convertir al menos un 30% de los océanos en santuarios libres de explotación humana para garantizar la actual vida marina.

Como se ve en este mapa interactivo, la pesca, la explotación extractiva, la contaminación por plásticos y el calentamiento de las aguas son las principales amenazas. En concreto, la actividad pesquera no artesanal se está expandiendo hacia los océanos más remotos respecto a las costas. El 93% de las especies animales están sobreexplotadas. Por ejemplo, el atún rojo del Pacífico se ha derrumbado a menos del 3% de su abundancia histórica. Sin embargo, sigue siendo objeto de pesca.

En lo referido a la actividad minera, Greenpeace señala que la Autoridad Internacional para los Fondos Marinos ha emitido nuevos contratos para la explotación de zonas del Pacífico, Atlántico e Índico.

Hasta 12 millones de toneladas de plástico terminan cada año en los mares. Sus polímeros son difíciles de degradar. Pueden viajar por todo el mundo, enredándose en las extremidades o siendo engullidas por animales, que terminan muriendo.

Uno de los principales problemas reside en la acidificación oceánica. El mar pierde su capacidad de almacenar carbono y, como si de un refresco caliente se tratase, empieza a liberar burbujas de CO2. El aumento del nivel del mar es también una amenaza para algunas especies, que terminan desplazando centenares de kilómetros sus hábitats.

De igual forma, incluso los lugares más profundos están amenazados, ya que las actividades como la pesca de arrastre de fondo destruyen los hábitats incluso antes de que tengamos la oportunidad de explorarlos y comprenderlos.

Firma y exige la creación de esta red de santuarios marinos en nuestro planeta azul. Los océanos y las especies que lo habitan se enfrentan a gravísimas amenazas, pero solo un 3% de su superficie está protegida.

«Los santuarios oceánicos son una herramienta clave para proteger hábitats y especies, reconstruyendo la biodiversidad oceánica, ayudando a los ecosistemas oceánicos a recuperarse y mantener servicios vitales del ecosistema». Greenpeace apela a Naciones Unidas para «establecer estructuras sólidas para crear y gobernar zonas protegidas en alta mar».

Hay que exigir ya un Tratado Global de los Océanos para proteger el 30% de su superficie como mínimo.

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